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| Moro aporta mucho a este equipo. |
El Sevilla llegó a Pedrera y seguramente creyó que iban a dar una tunda al equipo de pueblo con el que hoy tocaba enfrentarse. Ni las olían. El centro del campo con Izco, Aridai y Moro es un dechado de técnica, trabajo y saber estar y con un motor así todo parece más fácil. Lo de Izco llamó muchísimo la atención (incluso a los técnicos sevillistas) porque los chavales del Sevilla C parecían niños pequeños a su lado, en ningún momento le robaban el balón y se notaba que está varios peldaños por encima de ellos. La primera parte fue un gustazo.
Me hubiera gustado oír lo que Fermín Galeote (técnico del Sevilla C) le dijo a sus pupilos en el vestuario porque salieron que parecían jugarse el ascenso a segunda B. El Pedrera aguantó el temporal como pudo e incluso tuvo minutos de buen juego. Aproximadamente en el ecuador del segundo acto Theo (el mismo que hizo el gol el año pasado) disparó un misil tierra aire que se alojó en las redes defendidas con acierto de Mariano.
Una de las virtudes más importantes que tiene este equipo, ya lo decíamos ayer, es que nunca se rinde y cuando cualquiera se hubiera conformado con que el Sevilla C te gane 0-1, el Pedrera buscó el empate y lo logró gracias al oportunismo de Rafilla que logró remachar un mal despeje de Néstor a tiro de un sobradísimo Nene. Dos goles en dos partidos para Rafa.
Puede parecer mi crónica parcial o partidista, pero el Pedrera ha estado muy bien, cuando esté mal (esperemos que tarde) también lo diremos. Este equipo está trabajado y tiene salud desde la base, prueba de ello los juveniles que han jugado hoy (Juanjo, Rome, Barranco, Moñino...).
El Pedrera sigue desprendiendo aroma a buen fútbol, aroma a compromiso y aroma a que lo mejor está por llegar (como diría Del Nido). Que la fiesta continúe.
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